Mural monumental de azulejos y vidrio de Zacatlán, único en México

Imagen Mural monumental de azulejos y vidrio de Zacatlán, único en México

Por: Redacción xeu

En la barranca de los Jilgueros, en el Pueblo Mágico de Zacatlán, Puebla, luce un mural único en México por varias razones, se plasmó sobre tres muros del panteón municipal, se erigió con el trabajo voluntario de los lugareños y mide cerca de 400 metros cuadrados, con pequeños pedazos de mosaicos, azulejos, vidrios y espejos.

Un total de 14 artistas, quienes guiaron a mil 500 voluntarios, lograron este gran trabajo con la técnica del vitro mosaico y mural en mosaico, que consiste en plasmar imágenes, figuras y diseño con pedazos de diversos materiales, que se logran tras romper a propósito las piezas o cortar con pinzas una a una para lograr todo cuanto la imaginación pueda crear.

“Es un proyecto del pueblo de Zacatlán para el pueblo de Zacatlán. Un proyecto donde estuvo unida la autoridad, sociedad, artistas extranjeros, así como organizaciones civiles de Filadelfia y Chicago, en Estados Unidos”, dijo Mary Carmen Olvera Trejo, presidenta del Colectivo Yolpaquilis Murales Zacatlán.

En entrevista con Notimex detalló cómo se logró este trabajo que comenzó en 2014 y se llevó a cabo en diversas etapas, hasta concluirlo el pasado 8 de octubre de 2016.

Esta obra de arte surgió con motivo de la celebración de los 300 años de fundación de la ciudad y que lleva como nombre oficial Zacatlán de las Manzanas, de acuerdo a un viejo documento que data del 7 de diciembre de 1714.

En esta región de la Sierra Norte de Puebla existe un total de 58 comunidades y en todas se produce dicho fruto, característico de la región por su apariencia roja rayada, de sabor acidulado y muy jugosa; lo que explica que en Zacatlán también haya un importante número de productores de sidra.

Olvera Trejo comentó que el primer paso fue localizar los muros para hacer este trabajo, el cual debería ser público y a la vista de todos; por ello es que decidió; con el aval del presidente municipal, Marcos Flores Morales, usar las tres paredes del cementerio municipal.

El siguiente paso fue buscar los apoyos para esta obra. Contactó al artista estadunidense Dick Davis, presidente de la Fundación “Por la Preservación de la Cultura Indígena de la Sierra Norte de Puebla”, así como de la artista muralista Trish Metzner-Linch, originaria de Chicago, Estados Unidos y de quien admiraba su obra que Olvera Trejo sólo conocía por internet.

Dick Davis también le apoyó económicamente y en recabar algunos materiales a emplear como colores, cemento, mosaico, marmolina, pega azulejo, pinzas, cubetas y espátulas.

La escultora de profesión dijo que las casas dedicadas a la venta de material para diseño de interiores fueron las que donaron gran parte del material utilizado como azulejos, vidrio y mosaico que ya no les servían; al mismo tiempo que los lugareños también aportaron todo cuanto podían emplear para esta obra de arte.

Un espacio sucio, lleno de grafitis sin sentido, manchada y deteriorada por el abandono se convirtió en una gran obra de arte que es imperdible para los visitantes, punto turístico y recomendación de los lugareños para todo aquel que llega al Pueblo Mágico de Zacatlán y que no pasa desapercibido para tomarse la foto del recuerdo.

Los artistas que se sumaron al proyecto son Miguel Díaz Guerrero, Zeferino Cruz Pérez, Miriam Barrios Martínez, Jorge Gutiérrez, Karmen Vázquez Charolet, José Luis Olvera, Oswaldo Olvera Trejo, Erika Berra, Sac-Beh Millán, Gela Cruz Gómez, Oscar Sosa, Rich Arnauda y Roberto Peregoz.

Todos ellos trabajaron para guiar a los cientos y cientos de voluntarios, quienes trabajaron todos los días sin remuneración alguna salvo la satisfacción de dejar “un pedazo de su corazón con un trozo de mosaico”.

Olvera recordó que simbólicamente se inicia la obra en su primera etapa, el 7 de diciembre de 2014, con 12 manzanas en las que se plasma lo más representativo de Zacatlán tanto en su arquitectura, naturaleza y cultura.

En esta primera etapa, en el muro frente al Paseo de la Barranca, se observa El Templo Conventual Franciscano, el Valle de Piedras Encimadas, el Reloj Floral, La cascada de Tulimán, El palacio Municipal, La Manzana de Bienvenida y representativa Zacatlán de las Manzanas 1714-2014.

Así como Los Paredones, la Cascada de San Pedro, el Xiuhtec, del códice Mendocino, el Altepetl Glifo que representa al señorío de Zacatlán, la representación de una mujer indígena y el logotipo de Pueblo Mágico.

“Estas 12 manzanas se entrelazan con el dragón o viborón de la antigua leyenda del convento, así mismo termina con una botella de sidra que se hace en Zacatlán desde el siglo XIX. Las manzanas están separadas por árboles que su diseño fue libre por los artistas locales”, dijo.

De igual manera con los miles y miles de pedazos de colores de azulejo y vidrio se construyeron cinco nichos para colocar imágenes religiosas como un homenaje a los seres queridos que se encuentran descansando al otro lado de la barda, en el cementerio municipal.

Esta etapa se inauguró el 10 de enero de 2015, y por petición de los lugareños es que surge la idea de “revestir” los dos muros restantes. La obra inicia entonces el 24 de marzo de 2015.

En esta etapa se incluyeron los nombres de las comunidades que producen manzanas. Títulos que resaltan entre las montañas, hojas de los árboles, una carreta, cielo y más elementos como magueyes, gallos, guajolote, búho y muchos más que muestran un colorido que distingue a los mexicanos.

A lo largo de 400 metros cuadrados con fino detalle los artistas y voluntarios formaron una campesina con su traje típico, las manos de los franciscanos dando la planta de manzana a las manos zacatecas, y la cúpula de la Parroquia de Zacatlán, y dos personajes muy representativos de campo poblano, Don Tacho y doña Tachita.

Siguiendo el recorrido, los ojos no dejan de admirar la otra mitad del muro que refiere sobre el Vivir sobre el Universo Náhuatl. En él posan imágenes de dioses prehispánicos que hablan de su relación con la vida y la muerte.

Paso a paso, detalle a detalle, y con placa informativa en cada uno, se observa a Cipactli, Omecihuatl y Ometecuhtli, Mictlantecuhtli, Tonatiuh, Huitzilopochtli, el paraíso denominado Tlalocan y Quetzalcoatl.

La pared que es entrada principal para el cementerio no pasa desapercibida porque en ésta, que fue la última etapa, se diseñaron diversos pasajes bíblicos que muestran La Creación, El Paraíso de Adán y Eva, La Anunciación del Ángel, El Nacimiento de Jesús, Jesús es llamado hijo de José el carpintero, y una alas de ángel. Se inauguró el pasado 8 de octubre de 2016.

En la esquina derecha del panteón también se observa a lo alto un reloj de tres caras y la placa oficial que contiene los nombres de cada uno de los artistas participantes, así como el relato que dio origen a tan imponente obra.

“No hay una obra parecida en el país, somos los únicos con tales dimensiones y eso nos ha valido para que en poco tiempo, turistas extranjeros hayan llegado a este lugar solo para conocer este hermoso trabajo. Dick Davis participó en la creación de una fuente con arte mosaico en el parque de Tangamanga, San Luis Potosí, pero no se le dio tanto seguimiento y ahora está en el abandono”, dijo Olvera Trejo.

Como colectivo conformado por la sociedad civil, todo este trabajo ha logrado generar en los pobladores de Zacatlán la creación del Centro Cultural de Artes Visuales en el que se impartan talleres de fotografía, pintura, grabado, muralismo, escultura, diseño y fotografía por computadora.

Actualmente se encuentran en la conformación de la plantilla de docentes, la mayoría de éstos son artistas que participaron en la creación del mural conmemorativo; y están en la búsqueda del espacio físico para ser la sede del centro cultural.

 

Fuente: Notimex/pmc