El ex primer ministro italiano Matteo Renzi renunció hoy como secretario general del gubernamental Partido Democrático, en un intento por evitar la escisión de esa formación política, que hoy abrió su asamblea general en Roma.
“Ha llegado la dimisión formal del secretario y ahora el estatuto prevé la convocación de la asamblea”, informó el presidente del PD, Matteo Orfini al abrir los trabajos.
Posteriormente, el propio Renzi informó sobre su renuncia, pero reivindicó su derecho a presentarse nuevamente como candidato para liderar el partido y exhortó a la minoría que ha criticado su gestión a evitar a toda costa la escisión.
"Tienen derecho a derrotarnos, pero no a aliminarnos”, declaró.
Renzi insistió también en la próxima realización de un congreso del PD en el que se deberá decidir su línea de acción política y, sobre todo, su candidato al gobierno en las elecciones generales que el propio ex primer ministro pretende que tengan lugar en junio próximo.
“No pueden pedir a quien presenta su renuncia para poder realizar el congreso que no presente su candidatura solamente para evitar la escisión. Esa no es una regla del juego democrático”, añadió.
Por su parte, Orfini anunció que nadie presentó hoy su candidatura para sustituir al secretario general, por lo que su nombre podría decidirse el próximo miércoles con el voto de los delegados de la asamblea, aunque lo más probable es que sea electo en el congreso partidista.
Renzi, quien en diciembre pasado dimitió al frente del gobierno tras perder el referéndum sobre la reforma constitucional, pretendía la realización de elecciones anticipadas lo antes posible, para poder presentarse como candidato.
Pero desde el presidente de la República, Sergio Mattarella, hasta miembros de su partido han pedido que el actual primer ministro, Paolo Gentiloni, concluya la actual legislatura en 2018.
Dentro del PD Renzi enfrenta también la oposición de una corriente encabezada por el diputado Roberto Speranza, y los gobernadores de Toscana, Enrico Rossi y Puglia, Michele Emiliano, además de la abierta hostilidad de “notables” del partido, como el ex primer ministro Massimo D’Alema o el ex secretario general Pierluigi Bersani.
Ellos lo acusan, entre otras cosas, de haber abandonado la línea de izquierda y de un viraje a la derecha, además de personalismo y soberbia en su gestión como primer ministro.
Para los analistas, la escisión del PD podría llevar a la caída del gobierno de Gentiloni, que perdería apoyo en la Cámara de diputados y en el Senado.
El PD fue fundado en 2007 como heredero del Partido Democrático de Izquierda y, en primera instancia, del Partido Comunista Italiano (PCI).
Fuente: Notimex/doh/foto: archivo
