Conflicto docente provoca crisis política en Argentina

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El conflicto por los reclamos salariales de los gremios docentes en Argentina recrudeció después de dos semanas de huelgas y se transformó en una crisis política para el presidente Mauricio Macri.

Pese a que la tensión está centrada entre los sindicatos magisteriales de la provincia de Buenos Aires, que es la más grande del país, y la gobernadora María Eugenia Vidal, impacta de lleno en el gobierno macrista y en el clima político previo a las elecciones legislativas de octubre próximo.

Macri, la gobernadora y el resto del gabinete han denunciado que los paros en las escuelas primarias no responden a demandas salariales, sino que forman parte de una estrategia “desestabilizadora” impulsada por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un año electoral.

Los sindicatos por su parte señalan que las medidas de fuerza responden a las políticas de un gobierno que, en sólo 15 meses, aumentó la pobreza y reforzó la precarización laboral.

El ciclo escolar debía comenzar el 6 de marzo pasado, pero desde entonces en las escuelas de educación básica de la provincia ya hubo ocho días de paro, por lo que tres millones de alumnos se quedaron sin clases.

Del millón de docentes que hay en el país, un 35.5 por ciento ejerce en la provincia de Buenos Aires y la mayoría se plegó a un reclamo que ya tuvo impacto con un paro nacional que se realizó el 6 y 7 de marzo y una multitudinaria marcha que se realizó en Buenos Aires.

Las protestas comenzaron cuando, previo al inicio del ciclo escolar, Vidal les ofreció a los maestros un aumento anual con un tope de 18 por ciento que después incrementó a 19 por ciento con el pretexto de que la provincia “está quebrada” y no puede ofrecer más.

El problema es que la inflación del año pasado superó el 40 por ciento, y aunque el gobierno espera que en 2017 no rebase el 20 por ciento, los trabajadores en general padecen la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios.

El gobierno denunció que los sindicatos toman de rehenes a los estudiantes, pero los sindicalistas advirtieron que la responsabilidad de las huelgas es de las autoridades que no quisieron abrir las “paritarias”, es decir, las negociaciones salariales que deben llevarse a cabo cada año en este país.

Para contrarrestar la protesta, Vidal acudió a estrategias que provocaron polémicas, como la aceptación de “voluntarios” que, a través de las redes sociales, se ofrecieron a dar clases en lugar de los docentes huelguistas, como si cualquiera estuviera capacitado para ejercer en un aula.

Esta semana, la gobernadora recibió múltiples críticas al anunciar remuneraciones especiales para los maestros que se presenten a trabajar, es decir, un premio para quienes rompan la huelga.

Vidal, quien es la política más popular del país y pieza fundamental del gobierno de Macri, endureció su posición y también exigió que los dirigentes gremiales revelen su militancia en favor del kirchnerismo como una manera de descalificar las movilizaciones.

La víspera, Vidal aumentó la tensión al pedirle al Ministerio del Trabajo que le quite la personería gremial a los sindicatos que no acataron la conciliación obligatoria, lo que para los dirigentes sindicales demuestra el autoritarismo del gobierno.

Fuente Notimex/fcf  Foto: Archivo

Editor: Redacción xeu
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