Ofrecerá arqueóloga Judith Hernández charla sobre Las Atarazanas

Imagen Ofrecerá arqueóloga Judith Hernández charla sobre Las Atarazanas

Por: Redacción xeu

Edificios coloniales de Veracruz “Las Atarazanas” es el tema de la charla que impartirá la arqueóloga Judith Hernández Aranda, invitada por el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) este viernes 28 de julio, a las 20 horas, en el Centro Cultural Atarazanas, con entrada gratuita.

Judith Hernández Aranda forma parte del Centro INAH-Veracruz y es miembro del Comité de Patrimonio Arqueológico, de ICOMOS-México. En esta ocasión su plática girará en torno a uno de los edificios de apoyo estratégico que quedan de la ciudad amurallada de Veracruz y sus fortificaciones.

El edificio de la Atarazanas, ya restaurado, se inauguró el 21 de abril de 1991 bajo la tutela del IVEC.

Según el “Diccionario general del mar”, la palabra atarazanas significa “arsenal, astillero, lugar donde se construyen, reparan y conservan las embarcaciones”. El término cayó en desuso y ahora se emplean arsenal o astillero, que tienen la misma etimología.

Provienen del árabe daras-sina 'ah: “casa de fabricación”, recinto en el que coexisten dársenas, diques, cabrías, grúas, gradas, tinglados y talleres cercanos al mar, y donde se construyen, arman, reparan, abastecen y conservan los buques de guerra, así lo escribe  Judith Hernández en su artículo Las Atarazanas de Veracruz.

Hernández Aranda explica que en diversos planos del siglo XVIII y principios del XIX, aparece como Atarazanas un conjunto de tres edificios contiguos, integrado por el almacén para las maderas del rey, las bodegas de proveeduría y el arsenal o almacenes de marina. El que hoy se conoce como Atarazanas corresponde a éste último.

Por la carencia de locales suficientes para albergar las tropas y pertrechos ante una inminente guerra contra Inglaterra, las autoridades novohispanas rentaron casas particulares para alojar temporalmente a algunas de las milicias, mientras se construían cuarteles y bodegas.

Se cree que durante este periodo se anexó al edificio una cuarta nave con tres crujías, obra que se concluyó en 1779, como lo indica un medallón de la fachada. Con el tiempo, y a consecuencia de los cambios políticos y económicos, así como por las ampliaciones del puerto, el edificio tuvo diversos usos.

Entre otros: taller, cuartel de artillería y maestranza, apoyo de arsenal, bodega de maderas y harina. Encierro de los carros del servicio de limpia, cuartel de bomberos, fábrica de hielo, tipografía, gimnasio y librería.

Lo que queda de los grandes almacenes es una nave central, que corresponde al primer tercio del siglo XVIII, y otra corrida. Con tres recintos del lado oeste, que se terminó de construir en 1779.Tomado de Judith Hernández Aranda, “Las Atarazanas de Veracruz”, quien el viernes 28 de julio hablará con más detalle sobre el tema.

 

Fuente: IVEC/pmc

da clic