El padre Ángel Darío Acosta Zurita nació el 13 de diciembre de 1908, en Naolinco, Veracruz. Fue bautizado en la parroquia de San Mateo Apóstol, el 23 de diciembre.
Recibió la ordenación sacerdotal el 25 de abril de 1931, de manos de san Rafael Guízar y Valencia. Monseñor, San Rafael Guízar y Valencia según comenta el vocero de la Diócesis de Veracruz, el padre Víctor Manuel Díaz Mendoza.
"Fue formado en el seminario en tiempos de San Rafael Guízar y Valencia, es más él lo ordenó sacerdote y lo destinó como vicario parroquial aquí a la oglesia catedral; eran momentos difíciles, momentos de persecusión".
Fue promulgado el decreto 197, de la Ley Tejeda, referente a la reducción de los sacerdotes en todo el Estado de Veracruz, para terminar con el "fanatismo del pueblo". El párroco llamó en a sus vicarios para manifestarles la situación en que se encontraba la Iglesia y el peligro que corrían sus vidas, por el simple hecho de ser sacerdotes, dejándoles la libertad de ocultarse o de irse a sus casas. La respuesta que obtuvo de los tres fue siempre: "Estamos dispuestos a resistir cualquier grave consecuencia por seguir en nuestros deberes sacerdotales".
"Era una persecusión hacia la Iglesia, entonces el Obispo era San Rafael Guízar y Valencia, el padre Darío fue junto con el padrec Landa y el padre Rosas y el párroco nuestro antecesor era Monseñor Justino de la Mora... Entraron unas personas que eran policías y que dispararon a quemarropa contra el sacerdote Darío Acosta quien cayó muerto".
El día 25 de julio era la fecha establecida por el gobernador para que entrara en vigor la ley. Era un día lluvioso, y en la parroquia de la Asunción todo transcurría normal. Las naves del templo estaban repletas de niños que habían llegado de todos los centros de catecismo, acompañados por sus catequistas, también había un gran número de adultos, esperando recibir el sacramento de la confesión. Eran las 6:10 de la tarde, cuando varios hombres vestidos con gabardinas militares entraron simultáneamente por las tres puertas del templo, y sin previo aviso comenzaron a disparar contra los sacerdotes.
El 20 de noviembre de 2005, el padre Ángel Darío Acosta Zurita fue beatificado en Guadalajara, México por el Papa Benedicto XVI, y el proceso de canonización.
"Por intercesión del padre Darío vamos a pedir este cambio en Veracruz, es uno de los nuestros y necesitamos pedirle mucho a Dios por interseción del padre Darío, conocerlo y pedir su intercesión porque para que llegue la canonización tiene que haber un milagro".
Mientras tanto partes de sus reliquias reposan en la catedral de Veracruz y otras las tiene el postulador para su canonización.
