Honduras debe garantizar credibilidad de proceso electoral: HRW

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 Las autoridades hondureñas deben adoptar medidas inmediatas para garantizar la credibilidad de las elecciones generales celebradas el pasado 26 de noviembre, además de respetar el derecho a la protesta pacífica, señaló hoy Human Rights Watch (HRW).

En un comunicado, el organismo de defensa de los derechos humanos indicó que diversos observadores internacionales informaron sobre irregularidades en el proceso electoral, lo cual concitó serias dudas sobre su legitimidad.

La demora en la presentación de los resultados provocó señalamientos de presunta manipulación de los resultados electorales, protestas y disturbios, ante lo cual las autoridades decretaron el estado de emergencia.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Honduras indicaron haber recibido información de que 11 personas habrían muerto durante las protestas.

“El respeto de los derechos humanos es clave para la democracia”, destacó José Miguel Vivanco, director para América de HRW, quien indicó que “eso no sólo implica que todos los votos deberían contarse correctamente, sino además que las autoridades hondureñas deben garantizar el derecho de protesta pacífica”.

La participación del actual presidente Juan Orlando Hernández en las elecciones fue controvertida, dado que la Constitución hondureña no permite un segundo mandato, aunque el gobernante Partido Nacional y la justicia hondureña avalaron su postulación.

HRW resaltó que estos legisladores se apoyaron en una disposición de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, aunque su interpretación fue “disparatada”, pues esa cláusula se diseñó para evitar la exclusión de candidatos opositores.

La jornada posterior a la elección, el Tribunal Supremo Electoral anunció que, luego de haber contado más de la mitad de los votos, el candidato opositor Salvador Nasralla llevaba una ventaja de cinco puntos respecto de Hernández.

Los resultados finales, no obstante, fueron postergados, y dos días más tarde, luego de una baja de varias horas del sistema informático del tribunal, la tendencia se revirtió. El 4 de diciembre el tribunal anunció que Hernández había obtenido 1.6 por ciento más de votos que Nasralla.

Ese mismo día, observadores internacionales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) manifestaron haber identificado graves “irregularidades, errores y problemas sistémicos” en el proceso electoral y que, por eso, no podían certificar su imparcialidad.

Debido a sospechas de irregularidades, Nasralla exigió un recuento de los votos, con el apoyo de las misiones de observación de la OEA y la Unión Europea. La cuestión todavía no se ha resuelto.

El 29 de noviembre, tras conocerse las denuncias de irregularidades en el conteo de votos, se desataron protestas en todo el país, algunas acompañadas de saqueos.

El 1 de diciembre, las autoridades establecieron un estado de emergencia de 10 días que dispuso un toque de queda desde las 18:00 horas hasta las 06:00 de la mañana, y autorizó la movilización de las fuerzas armadas. La OEA calificó esta suspensión de derechos como “desproporcionada”.

En los siguientes días, se canceló el toque de queda en varios departamentos. En las áreas donde todavía se encontraba vigente, se aplicaría de las 22:00 horas a 05:00 de la mañana.

“Hay indicios contundentes de fraude electoral en Honduras, y estos señalamientos deben ser investigados y debe respetarse la voluntad de los votantes”, destacó Vivanco.

Vivanco agregó que “las autoridades hondureñas deben respetar la libertad de reunión y abstenerse de hacer un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza”.

Fuente Notimex/fcf  Foto: Archivo

Editor: Redacción xeu