Salomón pasó 11 años de su vida sin tener una identidad legal, era como si no existiera pues nunca fue asentado ante el Registro Civil.
Él, nació en una localidad del municipio de Jesús Carranza en el sur de Veracruz, una partera ayudó a su madre a darlo a luz en casa, por lo que el nacimiento nunca fue registrado en un hospital.
Así pasó el tiempo y los padres de Salomón decidieron separarse, sin tomar en cuenta que el niño requería como todo ciudadano, ser registrado.
Pasaron los años y la falta de recursos económicos y de documentación legal, evitaron que el pequeño pudiera acudir a la escuela como cualquier otro niño.
Pero la ilusión de Salomón por estudiar y aprender a leer y escribir, lo llevaron hasta las puertas del Registro Civil en Boca del Río, para solicitar inocentemente su acta de nacimiento, pues doña Verónica su vecina le dijo previamente que sin ese documento no podría inscribirse a ninguna escuela.
“Acudió al Registro Civil el menor y pidió informes sobre el registro, posteriormente se buscó a los padres y se les informó el procedimiento y los documentos que necesitaban para poder registrarlos. Los papás localizaron a la partera quien hizo una certificación de ese nacimiento, el agente municipal la avaló y la institución del DIF municipal llevó a cabo un documento para certificar que era el nacimiento de este menor”, explicó el oficial del Registro Civil, Martín García Páez.
Fue así como luego de un mes de solicitar los certificados necesarios que comprobarán el nacimiento de Salomón, este martes 31 de julio, por fin después de 11 años, ya es un ciudadano mexicano, con identidad.
“Él tiene la intención de estudiar, su preocupación era que legalmente no tiene un nombre, no era reconocido legalmente, entonces para todo en la vida necesitamos nuestra acta de nacimiento para hacer cualquier cosa, desde sus estudios”, señaló el Oficial.
Salomón acudió acompañado de sus padres, su rostro de felicidad era evidente, pues a su corta edad, entendió lo importante que es contar con un documento legal que avalara su existencia.
“No me podía registrar porque a mi papá se le había olvidado registrarme”
-¿Para que querías tener un acta?
“Para ir a la escuela”
Salomón va paso a paso, hará todo lo posible para ir a la escuela, sabe que la falta de dinero en casa puede detener sus aspiraciones, pero está decidido a seguir adelante, con el apoyo de su familia y de doña Vero, quien lo ha apoyado económicamente a cambio de algunas tareas como limpiar la tiendita, podrá lograr su objetivo.
Hoy Salomón ya es un niño registrado, con identidad y un nombre legal.
Con información de Claudia Pérez/pmc
